domingo, 31 de agosto de 2008

Como sapo de otro pozo

El viernes a la noche, yo estaba muy triste porque me sentía sapo de otro pozo. Es que hay situaciones que me superan. La mentira, la falsedad, el engaño, la hipocresía. Me entristece ver, que tengo cerca gente que hace uso y abuso de esas cosas como si nada.
No puedo evitar que me lastimen, y me siento mal, porque el mundo está lleno de esto, basura.
Siempre digo que Dios me dió un don, que es amar a todos, aún a mis enemigos, y no puedo pensar mal de nadie, por más de que en mi cara se manden la parte y yo sepa que es falsedad.
Me da pena pensar mal de alguien, prefiero pensar que yo estoy equivocada, que no es lo que parece.
Necesitaba un abrazo de alguien, que me ame de verdad, y mientras me bañaba para relajarme, pensé que sólo mi madre podría darme lo que yo necesitaba. Pero era imposible, ya que murió cuando yo tenía cinco años. ¿Y ahora, qué hago?... Lloré sin consuelo, y pensé quién podría darme ese abrazo sincero y lleno de amor. Finalmente, le mandé un mensaje a mi hermana Julia que hace años que no veo (no sé cuántos) y le dije, que necesitaba un abrazo de ella. Pero vive en Bs. As. bastante lejos de mí. A la media hora, me respondió y me llamó por teléfono. Hablamos una hora y cuarto, si bien no pudo darme un abrazo físico, me dió mucho amor a través del teléfono. No sé por qué les cuento esto, quizás porque ustedes, son también muy especiales para mí, y yo los quiero mucho, porque me dejan sus abrazos y su amor en cada comentario. Gracias por estar, los quiero mucho. Y pronto, cuando pueda volver a casa, voy a poder visitarlos a todos en sus blogs, y pasaremos más tiempo juntos. Besos.



Kira.